martes, 31 de diciembre de 2013

UN HIBRIDO DE CORNEJA NEGRA Y CORNEJA CENICIENTA: PRIMERA CITA PARA ESPAÑA


En Europa existen dos especies de cornejas. La corneja negra (Corvus corone), presente en el oeste del viejo continente (Gran Bretaña, Francia, oeste de Alemania, Península Ibérica, etc.), y la corneja cenicienta (Corvus cornix), bien distribuida por centro Europa y con escasas citas para Iberia, donde se considera rareza. En países como Suiza o Austria existen zonas de contacto donde ambos córvidos se hibridan, produciendo entonces descendencia fértil.

Corneja cenicienta (Corvus cornix), Parque Nacional de Abruzzos,
Lacio y Molise (Italia) 2012 (Foto: J. Talegón)

El 8 de Mayo de 2013 en un punto cercano a la localidad de Grajal de Campos (Tierra de Campos, León), la presencia de un córvido posado en un barbecho llama poderosamente la atención del observador (Javier Talegón). Posee tamaño y proporciones similares a una corneja negra, pero presenta unas manchas atípicas y grisáceas en la nuca y también en el pecho; el aspecto general es muy compatible con los híbridos de corone x cornix encontrados en centro Europa, y de hecho, así lo afirman numerosos ornitólogos consultados a los que agradecemos su ayuda.

Híbrido de Corvus corone x Corvus cornix (Grajal de Campos, León, 13-5-13
(Foto: Javier Talegón)

Esta cita se ha enviado para su homologación al comité de rarezas de SEO/Birdlife. Y su singularidad ha hecho que se recoja recientemente entre los 20 finalistas para elegir el "Rarest of the rare 2013" (http://rarebirdspain.blogspot.com/2013/12/rarest-of-rare-2013-el-mas-raro-de-los.html) ya que supone el primer dato para España de un híbrido de corneja negra y corneja cenicienta.

Esta observación supondría también una buena lección para los que, con frecuencia y durante nuestras salidas al campo, no prestamos toda la atención que se merecen especies como la corneja negra, ampliamente distribuida en gran parte de España, a pesar de la persecución ejercida por el colectivo de cazadores, que consideran erróneamente a los “grajos” una amenaza para las especies cinegéticas.


Referencias:

De Juana. E. (2006). Aves raras de España. Un catalogo de las especies de presentación ocasional. Linx Ediciones.473 pp.

Molina, B. y V. Baglione (2003). Corneja Corvus corone. Pp. 552-553. En: Martí, R. y Del Moral, J. C. (Eds.). Atlas de las aves reproductoras de España. DGCN-SEO. Madrid.


viernes, 29 de noviembre de 2013

ACABÓ EL OTOÑO MICOLÓGICO; BUEN MOMENTO PARA REFLEXIONAR.

Se dice en La Carballeda que “los boletos nacen veinte días después de llover”. Y la verdad es que días después de un inicio de otoño lluvioso y sin heladas, han aparecido las condiciones esperadas para el renacer micológico. De hecho, los pasados Octubre y Noviembre, han sido testigos de una excepcional temporada de setas en el oeste zamorano. En Aliste o en Sanabria, todo el mundo ha salido en busca de cucurriles, boletos o setos. La abundancia y diversidad de especies ha sido, sin duda, rica y diversa. 

Para bien (y también para mal), han pasado los tiempos en los que, en tierras de Sanabria, se conocían dos grupos de setas. Las únicas comestibles eran los cucurriles (nombre que incluye a las Macrolepiotas) aprovechados a cuchara y tenedor por los paisanos de los pueblos; y el resto eran las denominadas “cacaforras”, desconocidas, sin aprovechamiento ni interés gastronómico y que se dejaban al alcance del ganado para que este las consumiera o a las que simplemente, no se prestaba atención. 

Macrolepiota sp., conocida en el noroeste zamorano como “cucurril”.

Después vino lo que podríamos denominar “el boom” de las setas y de hecho, durante las últimas temporadas se puede afirmar que son cada vez más los aficionados que salen en su búsqueda. En tiempo de setas, las librerías visten para la ocasión sus escaparates con numerosos títulos, especialmente guías micológicas. Se realizan exposiciones que reciben cientos de visitantes y que suponen lo que ya es una alternativa de ocio para curiosos y especialistas. En los bares de nuestros pueblos se habla sin parar de “kilos de boletos”, de “setos” o de fulanita de tal “que es una gineta buscando setos”. Fotos de ejemplares curiosos, raros o relevantes se hacen eco en la prensa y o compartidas por e-mail o por WhatsApp. 

Parece incluso que los centros de salud de muchas localidades reciben menos visitas durante las semanas de auge micológico (“nadie se pone enfermo” decían en Ferreras de Arriba hace ya unas semanas). Además las fechas de mayor explosión micológica, suponen el periodo de vacaciones anuales para muchos, que las reservan para estas fechas; y es que en época de crisis, el recurso de las setas puede suplir algunas de las carencias económicas de este difícil periodo que nos ha tocado vivir. 

Boletus edulis, conocido en Aliste y en La Carballeda como “seto”.
Boletus pinophilus, la seta más buscada en el noroeste zamorano.

El aprovechamiento ordenado de las setas supone un pilar importante en las economías zamoranas, especialmente en las del noroeste, donde son ya numerosas las empresas transformadas o los empleos derivados. Los menús micológicos suponen un motor para el turismo gastronómico, siguen poniendo a Zamora en el mapa y popularizando parte de su riqueza natural. Y también son los cotos de setas, que de forma incipiente, están poco a poco ordenando la gestión de este recurso, mediante permisos específicos que permiten recaudar unos ingresos a los pueblos y generar empleo en forma de guardería micológica. Todos estos son, a nuestro entender, los primeros pasos en la dirección correcta, en la misma que trabaja con intensidad el proyecto micológico liderado en Zamora por la Diputación (MYAS).

Boletus aestivalis, Boleto reticulado u Hongo blanco de verano.

Boletus calopus, Boleto de pie rojo amargo.

Pero la cara gris del tema micológico también ha quedado bien manifiesta durante este otoño. Y aquí es donde nos interesa insistir. Todavía es posible encontrar la lata de atún y la de cerveza abandonados a su suerte en cualquier pinar, testigos mudos del trasiego de seteros de medio pelo. Nos es raro observar tampoco a grupitos de personas, que armadas de bolsas de plástico (prohibidas para la recolección), merodean por las lindes de cualquier pastizal en busca de setas de cardo o de parasoles. Es posible también comprobar las frecuentes malas prácticas manifestadas con setas volteadas, con suelos excavados y/o levantados, dejando a su suerte los delicados micelios que no se deben alterar lo más mínimo. 

Calvatia utriformis, Bejín rugoso, contiene calvacín un principio activo medicinal.

Lycoperdon sp., Pedo de lobo.

Y por su puesto nos podemos quedar perplejos (como hace unas semanas nos quedamos en Muelas de los Caballeros), viendo a un paisano descargar de un coche tres o cuatro cajas de Boletus edulis, para volver de nuevo a los pinares en busca de unos pocos más (esto ya no es aprovechar el recurso, es explotarlo hasta la extenuación). Y es que a este paso determinadas especies pueden sufrir una abusiva recolección y posiblemente esto ya esté ocurriendo en numerosos puntos; de hecho, según algunos especialistas, ya hay especies que comienzan a sufrir los efectos de su popularidad y de su directa explotación, como el níscalo (Lactarius deliciosus), que presenta el delicado honor de ser muy bien conocido entre todo el mundo, y que difícilmente se confunde con otras especies. 


Fistulina hepatica, Higado de buey o Lengua de buey.

Respecto a las exposiciones de setas, si bien suponen para muchas personas un estupendo primer contacto con el mundo micológico, quizá se deberían aprovechar un poco más para labores de sensibilización. De hecho, estos populares eventos que atraen a centenares de ciudadanos todos los años, suponen también una oportunidad de oro (no solo para conocer), si no también para profundizar y descubrir lo que es micorriza, un micelio, la importancia ecológica de los hongos o las buenas prácticas de recolección. Este tipo de cuestiones ya han sido abordadas en varias ocasiones con amigos como Julio Cabero, de la Sociedad Micológica de Toro, que ha recibido gustosamente algunos de nuestros comentarios al respecto.

Boletus erythropus, Boleto de pie rojo. 
Leccinum scabrum, Boletal que micorriza con abedul.

Desde Llobu, consideramos que todavía hay mucho que trabajar en esta dirección. Este otoño hemos comenzado a desarrollar actividades micológicas y la verdad es que no nos han faltado interesados. El planteamiento que se debe seguir (y hemos adoptado en estos menesteres) es bien sencillo y se basa en explicar, en conocer, en comprender y porqué no, en recolectar, pero siempre con cabeza y con ética. No es lo mismo organizar una actividad para recoger setas sin más (esto no interesa), que explicar a modo introductorio el Reino de los Hongos, sus características biológicas, su importancia ecológica (su función y la relación con las plantas y con los ecosistemas); o explicar en detalle las formas de vida de estos seres vivos, así como su trascendencia en la historia humana o sus usos medicinales y tradicionales. Nos parece también fundamental explicar (y repetir) las buenas prácticas de recolección. Además ofrecemos información a los participantes sobre los modelos de gestión y les asesoramos sobre los restaurantes especializados donde pueden comer o cenar estos manjares de nuestra tierra.

De setas por el noroeste zamorano.

Han pasado ya los años en que el recurso micológico era ignorado. Ahora ya es un valor intrínseco de nuestros pinares, de nuestros robledales e incluso de matorrales como los jarales, que por cierto, la gente ya comienza a valorar y apreciar. Las setas pueden frenar poco a poco la lacra de los incendios y pueden favorecer el nacimiento de otra visión del monte, una visión de compromiso con nuestras masas forestales y de matorrales. Pero también es cierto, que necesitamos una mayor regulación de los recursos micológicos, sencillamente porque podemos sobreexplotarlos, destruirlos y en el mejor de los casos, alterarlos. Es momento de ponernos a trabajar en la dirección correcta.

¡Muchas gracias por el interés y por leer esta entrada hasta el final!

sábado, 16 de noviembre de 2013

COMENTARIOS SOBRE NUESTRO ÚLTIMO CURSO: DE LOBOS EN EL NOROESTE ZAMORANO

Durante el pasado puente de Los Santos, hemos desarrollado un nuevo curso sobre el lobo, esta vez denominado “De lobos por el noroeste zamorano”. De hecho, este es ya el tercer curso monográfico sobre el lobo que, dirigido al público en general, hemos realizado desde que nació Llobu (en Febrero de 2013). También durante estos últimos meses, Llobu ha impartido otras jornadas técnicas sobre el lobo dirigidas a diferentes centros de formación profesional en materia medioambiental, como la escuela de Capacitación Forestal de Coca (Segovia) o el Centro de F.P. Lorenzo Milani (Cabrerizos, Salamanca).

Esta nueva edición de curso, ha dado, a nuestro entender, unos buenos resultados de acuerdo a nuestras previsiones. Por un lado, hemos recibido la presencia de un estupendo grupo de amantes de la naturaleza, que han aguantado estoicamente “la intensidad” de contenidos del programa y que además, han formado un grupo excelente, cohesionado e interesadísimo por el lobo y por su conservación. Los ocho participantes procedían de Zaragoza, de Asturias, de Madrid, de Cartagena (Murcia), de Burgos, de Barcelona y de Tolosa (Guipúzcoa).


Uno de los talleres que mejor valoran los participantes, es el denominado “Conociendo al lobo de cerca”, donde se trabaja en profundidad generalidades, diferencias y detalles entre los cráneos de lobos, perros de diferentes razas y zorros rojos; la cresta sagital, las muelas carniceras, los huesos turbina, el arco cigomático o en ángulo orbital son algunos contendidos desarrollados sobre craneometría. Además, hemos enriquecido considerablemente esta actividad con materiales nuevos que no habíamos usado previamente; de ahí que los participantes, han podido comparar detalles y conocer las diferencias entre la piel de una loba joven y un lobo macho adulto (ambos de la población ibérica), con la piel de un lobo originario de la población del oeste de Alaska (según algunos taxónomos de la subespecie Canis lupus occidentalis).

Taller de craneometría y pieles de lobos y otros cánidos.

Las charlas temáticas desarrolladas en el curso han incluido aspectos referentes a la ecología, conservación, viabilidad de las poblaciones de lobos y también se ha profundizado en los aspectos culturales del lobo, en especial en las manifestaciones nacidas entre lobos y humanos en un mismo territorio (el noroeste de Zamora) y tras siglos de convivencia.

Son muchos los argumentos y valores que justifican sin duda, la conservación de los lobos.

Una vez más, hemos querido analizar los problemas derivados del impacto mediático del lobo y hemos querido dar un poco de luz a este problema de primer orden en la conservación de esta especie. De hecho, la prensa escrita magnifica con frecuencia el impacto real del lobo en la cabaña ganadera y deforma la gestión, además de crear una opinión errónea de este depredador entre la ciudadanía. Hemos querido por tanto, explicar las fórmulas necesarias para conseguir un enfoque periodístico objetivo (¡¡¡y necesario!!!) sobre este carnívoro en las páginas de los periódicos.

Durante el taller del impacto mediático del lobo desarrollado por María Martín

Con frecuencia, la prensa publica artículos sobre el lobo, que nada tiene que ver con la realidad de la especie.

Además de conocer la realidad del lobo, las soluciones preventivas para reducir los ataques del lobo al ganado, las amenazas y otros muchos contenidos, las mañanas y las tardes nos han ofrecido unas buenas observaciones de fauna y entre ellas de lobos. De hecho, todos los participantes han podido observar varios ejemplares de este bellísimo animal en plena naturaleza; las expectativas de observación de una especie como el lobo son siempre bajas, por lo que celebramos el éxito de las esperas. Todas las observaciones se han realizado en el marco de los lugares autorizados por la Junta de Castilla y León para el desarrollo de estas actividades; y en concreto hemos elegido el punto que entendemos “menos inocuo” para realizar las esperas, donde hay una mayor distancia a la zona utilizada con frecuencia por una de las manadas (al menos 1.600 metros); casualmente esa distancia es muy similar a la que el gobierno de EE.UU, marcó como límite mínimo para el desarrollo de actividades ecoturísticas cuando los lobos reintroducidos en Yellowstone volvieron a reproducirse, allá por 1996. Somos plenamente conscientes de que distancias menores a las zonas querenciosas por la especie (especialmente en época de reproducción), pueden suponer una amenaza real para el lobo y derivar en problemas como habituación (mayor tolerancia a los humanos, especialmente de los cachorros), molestias, desplazamientos, traslados, etc. 


Escudriñando el terreno en busca de ciervos, corzos, jabalíes y lobos.

El conocimiento de los otros representantes faunísticos de la Sierra de La Culebra, se ha enmarcado en talleres de identificación de pelos, huellas y excrementos. De ese modo, los participantes han podido identificar y diferenciar, con ayuda de una colección propia, los indicios principales de los mamíferos. “Conociendo las presas del lobo” ha sido otra actividad que también hemos desarrollado, profundizando en el conocimiento de ciervos, corzos y jabalíes.

Taller sobre identificación de huellas,pelos y excrementos de mamíferos.

Juan y Jose Luis midiendo unas huellas de corzo.


Taller sobre las presas del lobo: ciervo, corzo y jabalí.

La etnografía de la zona es otro de los elementos trabajados durante el curso. El cortello de Lubián, en la alta Sanabria, mostró a los participantes una de las manifestaciones más imponentes de la histórica persecución del lobo en este territorio, utilizada hasta mediados del s. XX para capturar lobos vivos. La Fuente de los Tres lobos, en la misma localidad, supone también una parada obligada en nuestro camino.

El Cortello de Lubián, una "trampa de cabrita", contrucción cinegética histórica para capturar lobos vivos.

Fuente de los tres lobos en Lubián.

La lluvia de la tarde del sábado día 2 de noviembre, nos obligó a cambiar ligeramente el programa previsto. Pero no hay mal que por bien no venga y de hecho, el tiempo que inicialmente íbamos a dedicar a la espera de la tarde lo cambiamos por una visita a varios elementos de la cultura tradicional; visitamos el lagar de cera de Robledo y una fragua restaurada ubicada en la misma localidad, donde los herreros elaboraban numerosos utensilios, como las carlancas de chapa empleadas para proteger el cuello de los mastines del letal mordisco de los lobos. Un antiguo lavadero, también en Robledo, fue otro elemento donde buscamos anfibios, como salamandras o tritones jaspeados. El esplendor del castaño Furueto, fue otra visita realizada en nuestro itinerario.

Conociendo en detalle los secretos del lagar de cera de Robledo

El antiguo lavadero de Robledo, un buen hábitat para los anfibios.

Conociendo el castaño el "Furueto", en Santa Colomba de Sanabria.

Con el 1% de los ingresos derivados de este curso, hemos apoyado la iniciativa desarrollada por Iria Farfán consistente en el libro-cuento “En boca del lobo” sobre la importancia de este depredador en los ecosistemas (http://www.verkami.com/projects/6817-en-boca-del-lobo-un-cuento-sobre-la-funcion-positiva-de-los-depredadores?utm_content=buffer911b2&utm_source=buffer&utm_medium=facebook&utm_campaign=Buffer). De este modo hemos iniciado una línea de trabajo consistente en derivar parte de nuestros ingresos en actividades, campañas e iniciativas relacionadas con la conservación y sensibilización de nuestros lobos.

Por último, queremos agradecer desde aquí, la incondicional ayuda prestada por el ayuntamiento de Villardeciervos, por ceder una vez más, un cómodo local donde desarrollar los talleres e impartir las charlas del programa. También desde Llobu agradecemos a Jorge Echegaray su gran charla y al H.R. Remesal, de Villardeciervos, el buen servicio prestado, sus estupendas comidas, así como por la plasticidad, amabilidad y disponibilidad de su plantilla. También queremos aprovechar para agradecer aquí la importantísima ayuda de María Martín Muñoz, con la elaboración desinteresada de los carteles del curso así como con la difusión del mismo en las redes sociales.

Foto de grupo antes de la despedida, en Villardeciervos, pleno corazón de la Sierra de La Culebra.

En breve colgaremos en nuestra web y también en las redes sociales, los próximos cursos que sobre el lobo, tenemos previstos para los próximos meses. Os mantendremos informados. Muchas gracias por seguirnos.

lunes, 4 de noviembre de 2013

AVISPA ASIÁTICA ¿UNA NUEVA ESPECIE INVASORA EN LA FAUNA ZAMORANA?

Hace unas semanas, en el marco del trabajo de campo que uno de los miembros de Llobu viene realizando sobre los aspectos culturales del lobo en el noroeste zamorano, ha charlado con varios informantes.

Aparte de los numerosos datos recogidos sobre el cánido salvaje, una desagradable sorpresa ha llegado de sopetón en uno de los domicilios de los entrevistados. En la cocina  de dos estupendos colaboradores, Antonio y  Josefina, en Asturianos de Sanabria, unos enormes nidos esféricos se han colocado de decoración en el techo y llaman poderosamente la atención. Mientras observamos esas globosas y hermosas estructuras de buen tamaño -alguna supera los 25 centímetros de diámetro- Antonio y sus hijos comentan: ¡son nidos de abejas asiáticas!, ¡matan a las abejas de aquí!, ¡vienen a buscar a las abejas en las flores del jardín y se las llevan!; de hecho, Antonio se defiende como puede con una vieja escoba para dar caza a alguno de estos avispones que, atraídos por las abejas, se acercan al jardín.

Tras despedir a los informantes, la búsqueda de un café y un pincho dirigen los pasos a uno de los bares ubicados junto a la carretera que atraviesa el vecino pueblo de Palacios de Sanabria. Una cabeza de ciervo y al menos una decena de nidos esféricos, decoran el establecimiento, donde una veintena de paisanos juegan a las cartas. Sorprendentemente, hablando con unos y con otros, la conclusión parece clara y todo parece indicar que algunos de estos nidos -desconocidos entre algunos apicultores de toda la vida- han sido recogidos ya hace unos tres años. ¿Tenemos entre nosotros a un peligroso invasor, la denominada avispa asiática (Vespa velutina) y no nos hemos enterado?; a cruzar los dedos.



Curiosamente, el número 41 de la revista Páginas de Educación Ambiental editado por el Gobierno de la Rioja (por cierto revista interesante y gratuita que se puede solicitar en informacionambiental@larioja.org) caía en nuestras manos explicando con todo detalle las amenazas derivadas de la presencia de esta especie. Un taxón que “considerábamos” lejano geográficamente, puede estar en ya nuestra provincia. De hecho, otras fuentes consultadas, nos han indicado que esta especie cubre ya toda la franja cantábrica española, el año pasado se detectó en la costa Gallega (Lugo) y esta temporada también se localizo algún nido en el sur de la provincia de Pontevedra y en el Norte de Portugal, donde parece que se están tomando en serio su eliminación.

Según la literatura consultada, la avispa asiática es originaria del sudeste asiático y se cree que alcanzó Europa hace una década, a través de una mercancía china que llegó al puerto de Burdeos (sudoeste de Francia). En 2010, esta especie invasora ya fue detectada en Navarra y en el País Vasco. Es un insecto de gran tamaño (2,5 a 4 cm.) de color negruzco salvo el segmento final del abdomen, que es de tonalidades amarillas. Sus nidos son grandes y globosos (alcanzan hasta 80 cm.) y son elaborados en ramas de árboles, en huecos, en aleros de edificios, etc.; en ellos se desarrollan cada año hasta 2.000 nuevos avispones, muchos de los cuales alcanzarán la edad adulta.



Estos insectos depredan sobre las abejas directamente y al suponer una amenaza para ellas, estas reducen sus movimientos para defenderse, lo que perjudica la viabilidad de la colmena. Además, la presencia de este insecto supone una nueva amenaza real para la entomofauna local, ya que son muchos otros los invertebrados que sufren su depredación (como las hormigas y las mariposas). La avispa asiática aparece ya incluida en el Catálogo Español de Especies Exóticas e Invasoras, un documento que recomienda o considera urgente su erradicación, ya que supone una amenaza grave y real.

Algunas comunidades ya tienen desarrollado un protocolo de actuación para combatir esta nueva especie invasora. En la Rioja por ejemplo, se están utilizando a modo preventivo trampas de captura usando para ello un líquido atrayente (elaborado con cerveza negra, vino blanco y sirope de arándanos); además se están retirando los nidos y se están adaptando las colmenas para impedir el acceso del avispón asiático a su interior.



Los datos recogidos sobre la posible presencia de esta especie en la comarca de Sanabria, se han puesto rápidamente en conocimiento del Servicio Territorial de Medio Ambiente de Zamora y también en el GEIB (Grupo Especialista en Invasiones Biológicas), organización que trabaja para minimizar una de las principales amenazas de la biodiversidad de nuestro planeta, las especies exóticas e invasoras (más información en la http://geib.blogspot.com.es/).



Si la amenaza es ya real en nuestra provincia (esperemos estar confundidos), ¿estaremos a tiempo de frenarla en los ecosistemas zamoranos? No olvidemos la importancia que tienen las abejas en lo referente a su labor polinizadora y de producción vegetal en el medio natural; de hecho, cerca del 80% de las plantas comestibles que utiliza el hombre dependen de las abejas, unos insectos imprescindibles para la vida en el planeta.

martes, 22 de octubre de 2013

SOBRE LA CONSERVACIÓN DE UN BOSQUE ISLA

Monte La Reina se vende. O al menos eso parece. Los diarios lo han anunciado a bombo y platillo desde hace unas semanas: con fines recaudatorios se van a poner a la venta  numerosos terrenos, hasta ahora en propiedad o gestionados por el Ministerio de Defensa. Estos espacios, utilizados como campo de tiro o empleados durante décadas en maniobras militares, son muy numerosos (varios miles) y están distribuidos por todo el país. Pero la mayoría de ellos tienen algo en común: han conservado hasta nuestros días una enorme riqueza natural, que ha estado a salvo de los lesivos intereses de la especulación urbanística y de la agricultura intensiva.

En la provincia de Zamora, son dos las zonas militares -que según la prensa- se pretenden subastar con fines recaudatorios y cuyos valores naturales sin duda, pueden estar en entredicho si acaban en manos particulares: Las Chanas (un zona esteparia con riqueza avifaunística y cercana a la capital) y Monte La Reina, el área que protagoniza estas líneas, enclavado en el término municipal de Toro y con más de 2.000 hectáreas gestionadas entre varios usuarios o propietarios y el Ministerio de Defensa.

La zona militar de Monte La Reina que se pretende subastar al mejor postor conserva unas 1.200 hectáreas de terreno tapizadas por bosque mediterráneo de encina y pino piñonero, acompañados por algún rodal de pino resinero y de quejigo; el matorral principal está representado por jara pringosa, acompañado de piruétanos, majuelos y rosales silvestres. La importancia de este monte radica, desde el punto de vista de la biodiversidad, en representar una masa bien conservada de vegetación autóctona. Supone en los tiempos que corren, un raro reducto de lo que fueron los extensos encinares que dominaron buena parte de la meseta de Castilla y León; unas pocas de estas manchas han llegado hasta nuestros días a cuentagotas, sobreviviendo al desarrollo humano y a la agricultura que actualmente domina con creces gran parte de este territorio.

Pinar maduro de pino piñonero en Monte La Reina.

Monte La Reina es además considerado como un “bosque isla” (una masa forestal aislada y rodeada de una amplia zona sin vegetación arbórea), que actúa como importante foco de refugio para la fauna nativa de la zona. Además, probablemente constituye un núcleo forestal conector para los desplazamientos de numerosos vertebrados terrestres entre las comarcas del norte de Toro y el Bajo Duero.

Los espesos matorrales y las abrigadas vaguadas de Monte La Reina dan refugio a más de 210 especies de vertebrados, muchas de ellas protegidas por diferentes normativas ambientales (autonómicas, estatales o europeas), que velan por su conservación y la de su hábitat. Según el experimentado naturalista zamorano José Alfredo Hernández, la zona acoge más de 160 especies de aves (al menos 80 de ellas nidificantes), 30 de mamíferos, 13 de reptiles y 7 de anfibios. Lobos, zorros, tejones, turones, ginetas, jabalíes, corzos, liebres o lirones caretos, se esconden en los muchos rincones de esta mancha de monte; las águilas culebreras y calzadas, los azores, gavilanes, halcones abejeros, alcotanes, milanos reales y negros, cárabos, autillos, búhos reales, palomas torcaces y rabilargos llenan de color y vida los cielos de esta bosque; incluso en los últimos tiempos, Monte La Reina es también el escenario temporal de algún joven de la amenazada águila imperial ibérica, que durante sus desplazamientos dispersivos, visita en ocasiones la zona en busca de los abundantes conejos.

A pesar de la riqueza, singularidad e importancia de Monte La Reina, este bosque se encuentra entre dos núcleos importantes de población (Zamora y Toro) y está rodeado por un corredor de transporte e infraestructuras lineales (trazados de AVE, autovía, carreteras y canales de riego).

Desde hace años, muchos ciudadanos hemos tenido la esperanza de que “la zona militar” (como así se conoce en Toro), se convierta de una vez por todas, en un espacio multiusos de carácter eminentemente recreativo; un lugar para el senderismo y la  educación ambiental, para el aprovechamiento micológico, e incluso como marco para el desarrollo de estudios faunísticos, botánicos y científicos a largo plazo. Muchos hemos tenido la esperanza (que ahora comienza a desvanecerse) de que Monte La Reina continúe actuando y persistiendo como genuino pulmón verde  de Toro. Además, Monte La Reina ha sido testigo mudo de numerosos acontecimientos históricos y muchos de sus árboles, han estado presentes en los tiempos de las desamortizaciones que tanto perjuicio supusieron.

Bosque de encinas en el interior de Monte La Reina.

Pero tras el anuncio de su venta a subasta, su futuro parece estar en entredicho. Y en ese caso hay varias hipótesis. En manos de un propietario ambicioso y no precisamente sensible a los temas ambientales, este monte corre el grave riesgo de ser disfrutado por unos pocos y de sufrir enormes alteraciones que perjudiquen a los intereses generales. Monte La Reina, nuestro monte, puede convertirse en un cazadero intensivo, en un polvoriento erial o un cementerio de encinas. Monte La Reina puede sufrir también un proceso similar al que ha alterado ferozmente algunos terrenos de la zona, que han sufrido el esperpento de las talas ilegales, la monstruosidad de las extracciones de áridos, los impactos derivados de los vallados impermeables y la decidida apuesta por el intensivo regadío a cambio de centenarias encinas; un brindis a numerosos y feroces cambios.

Monte La Reina merece un futuro digno. Velar por su conservación es, sin ninguna duda, una responsabilidad y una obligación vital para todos. Proteger dignamente y gestionar esta joya forestal con decisión, es una oportunidad de oro en la puesta en la conservación y en la puesta en valor de nuestros ecosistemas. Es necesario para ello, buscar fórmulas sólidas, alianzas o negociar todo lo que sea necesario para garantizar un futuro digno y seguro a este monte.

Ya han pasado los tiempos donde el concepto de desarrollo se entendía de otro modo bien diferente. Ahora, en pleno siglo XXI, ya sabemos que la más mínima alteración de Monte La Reina, sería una pérdida irreparable (e imperdonable) para todos los zamoranos y un enorme desprecio a las generaciones futuras.

Estas líneas pretenden aportar un granito de arena (el de Llobu) en la difusión de este tema, en el cual ya se han manifestado públicamente numerosas asociaciones locales, provinciales y grupos políticos.

martes, 1 de octubre de 2013

TIEMPO DE BERREA EN LA SIERRA DE LA CULEBRA

Según algunos testimonios y otros tantos autores, el ciervo rojo (Cervus elaphus) desaparece de la provincia de Zamora durante el primer tercio del pasado siglo. Las razones de esta extinción son varias; por un lado la transformación de su hábitat, alterado por extensos cultivos y por abundante ganadería (que de forma conjunta reducen las masas forestales usadas como cobijo por esta especie). De igual modo, la posible presión cinegética supone otro argumento añadido que empuja a esta especie de la fauna zamorana a la extinción.

Unas pocas décadas después, se promulga la Ley 2/1973, de 17 de marzo, por la que se declara la Reserva Nacional de Caza “Sierra de la Culebra”, que pasaría a ser Reserva Regional de Caza en 1996 (Ley 4/1996, de 12 de julio). Una de las medidas que se potenciaron con rapidez desde la declaración de esta reserva fue la reintroducción del ciervo en este territorio. El espíritu conservacionista que en su momento inspiró la creación de estos grandes acotados, dio uno de sus frutos de inmediato. Decenas de ciervos procedentes de dos fincas señeras y propiedad del antiguo I.C.O.N.A, Quintos de Mora (Toledo) y de Lugar Nuevo (Jaén), viajan a la Culebra a mediados de los 70 del siglo pasado.

Un grupo de ciervas y crías pastan al atardecer en unos prados de La Culebra.

Después de un proceso de aclimatación en recintos vallados (como el que se construyó cerca del actual vivero de Villardeciervos y que recuerdan muchos vecinos de dicha localidad) y de combatir oficialmente y con fuerza al lobo para amortiguar la esperable depredación, los pinares y matorrales de esta sierra dan finalmente la bienvenida a los venados, a las ciervas y a los gabatos.

Durante las décadas posteriores, las labores de gestión, el aumento demográfico de esta población y los movimientos de los ejemplares dispersantes, han permitido la colonización de numerosos territorios vecinos y no tan vecinos a La Culebra. El ciervo ya está presente en la comunidad faunística de numerosas áreas del norte de Portugal, como el Parque Natural de Montesinho donde se instala a partir de finales de la década de los 80’ del pasado siglo. Y aparece también en numerosas manchas y acotados zamoranos. Se han observado ciervos a las puertas de Zamora ciudad, se han atropellado algunos ejemplares en el monte de la Tabla y como curiosidad hace unos meses, el espléndido naturalista Cristian Osorio, observó huellas de un ejemplar adulto y quizá dispersante en un pequeño bosquete isla al sur de la reserva de Villafáfila. En la actualidad, el ciervo ocupa la práctica totalidad del cuadrante noroeste zamorano.

Huellas compatibles con cierva en un arenal.

Algunos trabajos han estimado que en la reserva existen al menos 1500 ejemplares de ciervo (unos 1000 durante los últimos años del siglo pasado, donde la densidad local de la especie se estimaba en 1,5 ciervos/100 has y el sex ratio 1:1). La Culebra se encuentra en lo más alto del “escalafón” en lo que se refiere a trofeos de ciervo “en abierto”, es decir, animales en estado salvaje, libres, sin vallados. La calidad y el número de trofeos homologados hacen de la Culebra, para muchos amantes del “deporte” de la caza el mejor cazadero en “abierto” de toda España. De igual modo, numerosos cotos de caza esperan el momento deseado durante todo el año para capturar algunos venados (con frecuencia más de los autorizados).


Un precioso macho en época de berrea.
Las duras tareas reproductivas suponen en ocasiones pérdidas de hasta 40 kg. para algunos machos.

Sorprende conocer el peso actual de algunos de machos zamoranos que superan los 240 kg; nada que ver con las características de sus tatarabuelos, hacinados en fincas cerradas, en un marco de elevada densidad y sin depredadores como el lobo. Este carnívoro ha contribuido sin duda a mejorar la salud de los venados de La Culebra; aunque no existen estudios que ofrezcan luz sobre ese proceso de la selección natural promovido por el lobo en este territorio, es esperable totalmente -como ocurre en otras muchas áreas- que en La Culebra el cánido elimine principalmente a los ejemplares cargados de quistes hidatídicos, infectados por tenias o garrapatas, con composición sanguínea anormal, heridos, accidentados, seniles y malnutridos, etc. Es de sobra conocido el hecho de que el lobo elimina a los ungulados con peor condición física y que realiza un efecto sanitario en poblaciones de presas, manteniéndolas sanas y vigorosas.

En zonas loberas, los ciervos mantienen una enorme y continua atención al entorno, atentos siempre a posibles amenazas derivadas del depredador.

El bramido del venado durante la berrea, es también otro de los elementos que cada vez con más firmeza, supone un motivo para visitar los puntos autorizados de observación ubicados en La Sierra de La Culebra. Aunque ya sabemos que el lobo supone un atractivo de primer orden en este territorio, tímidamente la berrea del ciervo es otro elemento que bien utilizado, puede suponer un argumento más para desarrollar el medio rural aprovechando un turismo respetuoso (diríamos mejor, respetuosísimo). No tiene sentido que cada uno de los que visitamos La Culebra durante la berrea nos coloquemos en las peñas que nos parezca o que entremos con los vehículos al camino que nos plazca Es un error enorme, pues de este modo, generaremos molestias a los venados y posiblemente les espantemos, quedándonos sin observarles. Lo mejor, es lo que siempre recomendamos desde Llobu, buenas prácticas: distancia, óptica, silencio y paciencia.

Explicando las diferencias entre los venados en el contexto de una actividad de Llobu.

Edad y puntas no van de la mano en las cuernas de los ciervos... uno de los tópicos más arraigados... ¡ante todo rigor!

La naturaleza, un aula ideal para interpretar y conocer "de cerca" al ciervo.

Por último, y aprovechando lo mucho que nos gusta sensibilizar a todos los que seguís este blog, nos permitimos daros una pequeña recomendación. En la naturaleza, las cuernas y los huesos, son fuente de sales minerales, de fosfatos cálcicos y de carbonatos cálcicos que aprovechan numerosos vertebrados; los ratones, los jabalíes y los propios ciervos las roen y reutilizan, incorporando en su metabolismo estos materiales (muy necesarios por cierto en ecosistemas ácidos como los de La Culebra).
Por ese motivo, es importante no retirar del campo las cuernas que nos encontremos, ¡dejemos que cumplan su función!

Una cuerna parcialmente roída, fuente de minerales necesarios en el desarrollo de algunos vertebrados.


Algunas referencias consultadas:

Barroso, I. y Moreira, L. (1999). O Veado. Património Natural Transmontano. Joao Azevedo Editor. 77 pp.

Palacios, J. y Vicente, J.L. (1997). Gestión de Fauna en la Reserva Nacional de Caza “Sierra de la Culebra”. Pp. 18/1-18/15. En Master Universitario en Veterinaria y Fauna Salvaje; Tomo IV: Gestión Cinegética y de Especies Protegidas. Colegio Oficial de Veterinarios de Zamora y I.C.E. Universidad de León. Zamora.

sábado, 31 de agosto de 2013

ROTOS Y DESCOSIDOS DE LA NATURALEZA ZAMORANA.

La nueva entrada de nuestro blog, aprovecha la entrevista realizada a Javier Talegón en un periódico provincial y ofrece numerosas opiniones sobre algunos aspectos de la situación actual de la biodiversidad zamorana.

La podéis también ver en los siguientes links: 


Javier Talegón Sevillano
Nace en Valladolid en 1974, aunque se considera zamorano (sus orígenes están entre Toro y Tagarabuena). Es Licenciado en Ciencias Biológicas por la Universidad de Salamanca, “Experto Universitario en Gestión y Conservación de Flora, Fauna y Espacios Protegidos” y posee un Ciclo Formativo FP2 “Técnico Superior en Gestión y Organización de Recursos Naturales y Paisajísticos”.
Desde 1995 estudia diferentes aspectos de la ecología y de la conservación de los lobos, especie con la que ha participado profesionalmente en varios proyectos y asistencias técnicas (daños a la ganadería, diagnósticos poblacionales, impactos de infraestructuras etc.). También ha desarrollado varios programas de educación ambiental en distintas puntos de Castilla y León. Es autor de diferentes publicaciones y trabajos sobre el lobo y actualmente, prepara un libro sobre las manifestaciones culturales generadas por este depredador en la sociedad humana de la Sierra de La Culebra y entorno. Desde 2007 realiza actividades de sensibilización y ecoturismo asociadas al lobo en el noroeste de Zamora y desde principios de 2013 es cofundador de Llobu, Ecoturismo y Medioambiente (www.llobu.es), una empresa local que pretende aunar el ecoturismo y la educación ambiental, para poner en valor la figura del lobo y los valores naturales zamoranos, como motores del desarrollo rural.



ESTADO DE LAS CIENCIAS BIOLÓGICAS

¿Por qué decidiste dedicarte al mundo de la biología? ¿Vocación desde niño?

Desde que era un niño me ha interesado la fauna y ya con poco más de quince años me escapaba –prismáticos al cuello- a los barrancos de El Canto y a la ribera del Duero a su paso por Toro a conocer y a observar las garzas, los azulones, los mochuelos o los conejos; de hecho esta ha sido mi primera escuela al aire libre. Con los años me he preocupado por la conservación de las especies y cuando terminé el bachillerato, tuve claro que debía estudiar algo que me permitiera acercarme profesionalmente a mi vocación y decidí estudiar biología.

¿Cuál es el panorama laboral para los biólogos?

La biología es una carrera puramente vocacional en este país. Tienes claro desde el principio, y así te lo repiten durante los estudios, que el panorama laboral es complicado. Hay que tener muy presente que quieres dedicarte si o si a esta disciplina y nunca debes conformarte con otra cosa. Dedicar tu vida profesional a algo que no te llena debe ser complicado y en mi caso, siempre he dirigido mis esfuerzos a  trabajar como biólogo.

¿Hay futuro profesional en España? ¿En el extranjero?

En España el panorama para los biólogos es difícil. Aunque hay ramas con mayor tasa de ocupación, la realidad general es esa; cualquier otro lugar es siempre mejor en valoración como profesional, en condiciones laborales, en el sueldo, etc.

¿A qué se debe o cómo se puede solucionar?

La importancia que tiene la biología y los biólogos (bioquímicos, genéticos, botánicos y zoólogos) en la sociedad es imprescindible. Los biólogos debemos de auto-valorarnos más y debemos también dar valor a lo que hacemos frente a la sociedad; aunque nuestro trabajo sea con frecuencia muy vocacional, es también trabajo y tenemos que darle el peso y la importancia que tiene. Parece que lo que hace un biólogo, como enseñar la naturaleza, es menos importante que las labores de otras profesiones; y no es así. El autoempleo puede ser una solución para quedarte en tu tierra. En el caso de Llobu, la empresa en la que nos hemos embarcado, ha sido la alternativa laboral para poder trabajar en nuestra provincia, en un trabajo que creemos útil para el medioambiente y para el desarrollo rural.

¿Y en el panorama investigador?

La investigación es otra disciplina con una crisis enorme. Los investigadores y científicos españoles no han tenido nunca el apoyo suficiente y es realmente complicado para la mayoría salir adelante, después de años de duro trabajo y a pesar de que muchos de ellos poseen un currículum espectacular, que no se valora en este país. En mi caso el año pasado he conseguido el apoyo económico de una entidad portuguesa (el Centro de Estudios Ibéricos) para desarrollar un trabajo de investigación sobre el lobo en la cultura humana de la Sierra de La Culebra; en España ha sido difícil encontrar financiación para este tema.

ESPECIES ZAMORANAS

¿Han interrumpido algunas aves migratorias su ciclo natural para establecerse en los núcleos urbanos? ¿Por qué?

La cigüeña blanca es un ejemplo de cambio de costumbres. Si bien tradicionalmente esta especie migraba a los cuarteles de invernada en el África subsahariana, en las últimas décadas, sus los hábitos han cambiado. Muchas cigüeñas siguen realizando las mismas rutas migratorias que sus antepasados, pero algunos miles, pasan el invierno en zonas del interior peninsular, como Extremadura o las marismas del Guadalquivir; de hecho, en la provincia de Cádiz, existe ya una población totalmente sedentaria. De ahí que muchos ciudadanos se sorprendan del retorno de las cigüeñas en los campanarios en noviembre o incluso antes, y la explicación es sencilla: se han quedado en zonas cercanas. Las razones de este cambio son variadas y se deben al aumento de las temperaturas, a la alteración de las zonas de invernada africanas, al mayor respeto a esta especie y a la abundancia de alimento durante todo el año, etc. La cigüeña es todo un símbolo de nuestros pueblos y es un foco de enorme interés para muchos turistas que se quedan perplejos: enormes aves y enormes nidos conviviendo entre humanos.

Se han dado algunos casos de la aparición de buitres en entornos urbanos como Zamora. ¿A qué se debe?

Los buitres leonados durante sus primeros vuelos, tienen en ocasiones accidentes y aparecen en cualquier lugar. A eso hay que sumarle los problemas derivados de la debilidad por la falta de alimento. Durante casi una década se ha reducido el número de carroñas de ganado a raíz de la crisis de las vacas locas. El buitre leonado ha sido una especie muy perjudicada por estas medidas, la productividad de muchas colonias se ha reducido y la entrada de buitres hambrientos en los centros de recuperación ha aumentado en los últimos años. Es necesario recordar aquí, que la Junta de Castilla y León ha aprobado hace un par de meses un decreto que permite –con determinados requisitos-el abandono de cadáveres de ganado en el campo. Esta medida permite además ahorrar enormes sumas de dinero a la gente del campo, que en la actualidad se ven obligados a tener un seguro de retirada de cadáveres, olvidando que la naturaleza tiene sus carroñeros gratuitos y eficientes.

De la misma manera ha habido algunos ataques al ganado vivo de buitres ¿por qué?  ¿Qué soluciones hay?

Los buitres son aves carroñeras (no cazadoras) y su morfología (pico, dedos y uñas) está adaptada a consumir carroñas, no a capturar ni a matar animales como nos quieren hacer ver con frecuencia los medios de comunicación. Otra cosa muy diferente es que los buitres, apretados por el hambre, se alimenten excepcionalmente de un animal moribundo. Como soluciones para estos episodios es necesario el abandono de ganado en el campo de forma dispersa, para favorecer a estas y otras especies, como el milano real.

¿Y el oso descubierto recientemente en la provincia? ¿Es un comportamiento normal? ¿Ha sido empujado por la acción humana?

No nos debe extrañar en absoluto que alguno de los ejemplares de oso pardo cantábrico realicen movimientos dispersivos hacia el sur. La dispersión supone un episodio en la vida de los animales que les aleja, en ocasiones, decenas o miles de kilómetros, de sus áreas natales. Si se realizaran estudios con radiomarcaje de osos en la población cantábrica, no nos sorprendería tanto. Hay que recordar, que la presencia de un oso, si bien es una estupenda noticia para la biodiversidad zamorana, no es todavía una población. Por ese motivo debemos cuidar con mimo la zona, evitar su alteración y esperar…quizá con los años podamos tener una mayor presencia de osos, una joya zoológica a la que debemos dar la bienvenida a nuestras montañas y valles. Y por supuesto, debemos comprar con orgullo miel a los apicultores afectados por los daños generados por el plantígrado, un producto de indudable valor, de zona “osera” y que debemos apoyar, demostrando poco a poco, que la presencia de osos supone más ventajas que inconvenientes.

¿Cuáles son las especies de la provincia con mayor riesgo de desaparición en el futuro?

La intensificación agrícola en algunas zonas de la provincia ha supuesto la alteración del hábitat y la rarificación de numerosas especies como el sisón, la ganga ortega o la carraca. De hecho, este mismo año, la Sociedad Española de Ornitología ha publicado un informe explicando la “crisis” que también tienen las aves de los medios agrícolas. La escasez de linderos, de setos, de ribazos o de arboles salpicando el paisaje, junto al abuso de productos químicos (insecticidas, abonos, etc.), está generando un verdadero desierto de biodiversidad en numerosas áreas. Mucha gente se pregunta porqué no hay perdices en su coto; y solo tienen que asomarse a las afueras del pueblo para comprobar que no hay una mata donde estas aves puedan realizar su nido o que los insecticidas, han erradicado a las hormigas y otros insectos que suponen la dieta de los perdigones.

¿Y las especies invasoras? ¿Cuáles son las más comunes y por qué?

El visón americano es un mustélido muy agresivo que se ha escapado (o ha sido soltado intencionadamente en una muestra de torpeza e ignorancia) de las granjas peleteras. En la actualidad está presente en algunos cauces de la provincia, en especial en los del entorno del propio Duero y también en algunos puntos del Esla o del Tera. La amenaza principal de esta especie es que puede eliminar, a especies valiosísimas o endémicas, como la rata de agua, el desmán ibérico o el musgaño de Cabrera. Debe ser una prioridad el control de esta especie.

¿Qué amenazas tiene en la actualidad la biodiversidad zamorana?

La provincia de Zamora presenta por un lado un proceso demográfico humano decadente que está favoreciendo por ejemplo, la madurez de numerosas zonas de bosque en el noroeste provincial. Eso favorece a determinadas especies, pero afecta a otras tantas. La lacra de los incendios forestales es también otra realidad de nuestra provincia. En las últimas semanas se ha anunciado la subasta de 1.200 hectáreas de bosque, Monte La Reina, un encinar-pinar de enorme singularidad y riqueza biológica; de hecho es una de los pocos montes isla que se han conservado en la provincia. La desamortización de este monte sería una pérdida irreparable que se debe evitar a toda costa; todas las desamortizaciones históricas de montes han tenido los mismos resultados: alteración, reducción o eliminación del bosque. Monte la Reina es de Toro y de los toresanos, por lo que pasar a manos privadas sería un enorme error. Desde aquí animo y apoyo a los políticos locales para que trabajen con seriedad y firmeza en conseguir que este monte sea propiedad de todos (y no de unos pocos).

EDUCACIÓN AMBIENTAL

¿Qué es la educación ambiental?

La Educación Ambiental es una disciplina que ofrece, utilizando diferentes metodologías y herramientas educativas (como el juego, el taller o el itinerario guiado), numerosas soluciones para aumentar el conocimiento, sensibilizar y mejorar las relaciones entre el hombre y naturaleza.

¿Qué importancia tiene en la actualidad?

Su desarrollo es fundamental. La sociedad debe conocer el medio ambiente como paso previo a su conservación. Si una persona no conoce la importancia de un escarabajo, jamás será cuidadoso de no pisotearlo. De ahí que todos los esfuerzos en sensibilizar sobre el medio ambiente sean necesarios y bienvenidos. Desde Llobu, hemos apostado por potenciar la educación ambiental en la sociedad zamorana, como disciplina decadente en nuestra provincia, pero a la vez importantísima. Y ya son muchos los niños y mayores que van conociendo en detalle las características de una cuerna de corzo, los contenidos que esconde una egagrópila de lechuza, la forma de la hoja de un roble, la función del ládano de una jara y las amenazas que tienen nuestros lobos.

¿Pero la educación ambiental también se ha visto afectada por la crisis económica?

La situación socioeconómica ha supuesto un varapalo a numerosas e importantes iniciativas de Educación y voluntariado Ambiental, algunas de ellas incluso instauradas y consolidadas temporalmente durante décadas. De forma general se ha reducido su ámbito de actuación, o incluso han desaparecido  por falta de financiación.

¿Han aprendido los niños de hoy en día a respetar nuestro entorno? ¿Son más o menos conscientes que generaciones anteriores?

La sociedad está más concienciada en lo que respecta a temas ambientales que hace años; ahora los niños de los pueblos ya no persiguen a los gatos o no disparan con las carabinas a las golondrinas que se posan en los cables de las calles. Pero también es cierto que existe una falta de participación activa de la defensa de la naturaleza; la gente es, con frecuencia, muy pasiva en estos temas. Y aquí, la educación ambiental, aparece como necesidad formativa debe que trascender a todos los sectores de la sociedad, no solo a los niños. Los adultos y los ancianos pueden y deben mejorar su sensibilidad a los temas ambientales. Es un error trabajar la educación ambiental solo con las edades inferiores, hay que llegar a toda la sociedad.

Los niños de hoy son los políticos de mañana. ¿Qué consecuencias puede tener una incorrecta educación ambiental?

Hacen falta  nuevas “canteras” de naturalistas. Los que éramos niños en los 80´ tuvimos la enorme suerte de disfrutar en las pantallas de la televisión de los programas de El Hombre y la Tierra, serie que sin duda creó un punto de inflexión en la visión del medio ambiente de la sociedad española; se creó una generación de entusiastas defensores de la naturaleza que acabarían siendo naturalistas o biólogos. Ahora tenemos más herramientas y más medios, pero nos faltan nuevas generaciones de nuevos naturalistas. Hay que cuidar y apoyar por ello, a los nuevos naturalistas que van asomando; este debe ser un compromiso de los que llevamos más años trabajando en conservación.

¿Cuál es la mentalidad de los habitantes del entorno rural al respecto? ¿Hay mucha diferencia con los residentes en Zamora?

En las últimas décadas la sociedad humana, que es principalmente urbana, está mejorando la percepción hacia el medio ambiente en general, pero en el medio rural todavía es necesario trabajar para depurar determinadas actitudes y opiniones negativas.



ACCIÓN HUMANA

¿Cómo afecta la construcción de carreteras, vías ferroviarias y otras infraestructuras en y entornos naturales?

Es necesario tener vías de transporte para comunicar a los ciudadanos, pero es necesario también, imprescindible diría yo, minimizar los efectos de la fragmentación del hábitat de estas especies, realizando y manteniendo pasos de fauna y teniendo en cuenta que una barrera como el AVE puede ser muy perjudicial para la fauna; en Norteamérica, se ha visto que, algunas especies como el lobo, necesitan al menos cuatro años de aprendizaje para cruzar con soltura una autopista a través de los pasos de fauna.

¿Cómo se pueden evitar los accidentes de tráfico con animales?

Reduciendo la velocidad y usando menos el coche.

¿Qué papel juegan los cazadores?

Normalmente se defiende la caza como fuente de ingresos para el medio rural y como revulsivo económico. Pero por otro lado, vemos también que algunos países, como Costa Rica o Botsuana, han prohibido la caza deportiva en los últimos tiempos, realizando una decidida apuesta por el ecoturismo y los valores naturales, que en términos económicos son muchísimo más rentables que la actividad cinegética; y quizá nos deberíamos plantear estos aspectos. A la sociedad cada día que pasa le interesa menos la caza (el número de licencias es decadente), y es una actividad que choca con la actual crisis de la biodiversidad. La caza deportiva no es una necesidad. Y a muchas especies, su caza les perjudica seriamente desde un punto de vista evolutivo y comportamental. En relación a la caza de trofeos (cuando más grande sea la pieza mejor) alguien dijo que “el hombre es el único animal que da caza al más grande de las otras especies”; de ahí que nos planteemos si es correcto por ejemplo, dar caza al ciervo más fuerte y sano, en vez de dejarle que se reproduzca para perpetuar una descendencia fuerte.

¿Qué pueden hacer los ciudadanos para preservar las especies y el entorno?

Muchas cosas, los ciudadanos pueden participar en iniciativas de educación ambiental y en voluntariados ambientales. Un ciudadano puede y debe moverse cuando sea posible, en transporte público (hay que dejar más el coche en casa y e intentar compartirlo); también puede usar detergente ecológico, puede ahorrar energía y agua o puede reducir sus envases y depositarlos en el contenedor correspondiente. Además pueden llevar su bolsa de tela a la compra y limitar el uso de productos muy envasados. Puede también recoger la lata que alguien “se ha olvidado” en un pinar. Los ciudadanos pueden reclamar un medio ambiente saludable a sus gobernantes, pueden además pagar una cuota en una ONG que trabaje por el medio ambiente y pueden consumir productos ecológicos y productos locales (que suponen menos gastos derivados del transporte y que además beneficien a los productores de la zona).

¿Cuál es su opinión respecto a las fiestas en las que se utilizan animales y respecto a la prohibición de los toros en algunos ayuntamientos?

Sinceramente, y aunque se diga (o se crea) lo contrario, el uso de animales en fiestas, encierros y otros eventos, les supone estrés, angustia y también dolor. Los animales tienen sentimientos y sufren durante el transporte, en el hacinamiento o al estar en un ambiente desconocido. La sociedad global demanda cada vez con más fuerza el denominado bienestar animal. Antes se recompensaba al lobero que capturaba una camada de lobeznos; ahora se denuncia -en los medios de comunicación y en los tribunales- al que da una paliza a un perro o al que coloca veneno en el campo.

ECOTURISMO

¿En qué consiste el ecoturismo?

Una definición clásica es “el turismo responsable en áreas naturales, que conserva el medio ambiente y mejora el bienestar de la población local”. En las últimas décadas, la demanda turística de esta sociedad se dirige cada vez con más fuerza al medio rural y busca actividades personalizadas de ocio y de naturaleza. Un ecoturismo bien planteado, ordenado y de calidad puede ser una herramienta de desarrollo rural y de cambio de percepción social hacia el medio ambiente. Pero iniciativas desordenadas y malas prácticas en ecoturismo pueden también suponer efectos negativos y no deseados.

¿Cómo dinamiza el lobo vivo la actividad económica de Zamora?

La presencia de lobos en los ecosistemas zamoranos, es aparte de un lujo zoológico (han desaparecido en gran parte de Europa), una oportunidad tremenda para el desarrollo rural. En la Sierra de La Culebra, hemos estimado que las visitas motivadas por la presencia de lobos, suponen un impacto económico cercano a los 500.000 €/año derivado del alojamiento y manutención en las casas rurales de la zona. Las reservas procedentes de amantes del lobo en algunos alojamientos alcanzan de algunos casos el 90 %. El turismo en la zona es creciente y promueve un importante tejido económico. Cada vez somos más los que, atraídos por el lobo, vivimos en la zona y generamos beneficios en ella,  compramos en las tiendas y panaderías de los pueblos, realizamos actividades con los clientes de las casas rurales y los campings, repostamos combustible o frecuentamos los bares y restaurantes. El lobo vivo es rentable.

¿Cómo pueden coexistir especies como el lobo con ganaderos y que a la vez sea rentable?

Perfectamente y tenemos numerosos ejemplos. La clave está en potenciar las medidas preventivas. En el noroeste zamorano hay ganaderos que con la ayuda de sus perros mueven diariamente más de 1200 ovejas en una zona boscosa y las pérdidas generadas por los lobos son prácticamente inexistentes. Hay trabajos sociológicos que demuestran que las indemnizaciones no mejoran la opinión del ganadero frente al lobo y además, son medidas pasivas, que no evitan nuevos ataques. El uso de mastines, pastores eléctricos y corrales de protección supone una estupenda herramienta para compatibilizar el lobo con la ganadería. El lobo puede generar un problema puntual en las ganaderías zamoranas, eso es innegable, pero debemos de pensar globalmente y darnos cuenta de que la crisis que afecta al sector agropecuario no se debe -ni de lejos- al lobo. Los precios, la competitividad, las enfermedades del ganado, los intermediarios, los productos procedentes de otros países y la falta de renovación generacional  son los problemas reales de este sector, pero no el lobo.